Me caigo y no veo el fondo,
defraudo hasta a la decepción,
mis miedos juegan un rondo
yo en medio persigo el balón.
Exprimo hasta el último aliento
antes de caer dormido,
lo intento, desisto, lo intento,
mas no me doy por vencido.
Si me encuentro deprimido
y la soledad fomenta
que me sienta más perdido
me empapo bajo una tormenta.
Si ya no soy comprendido,
por la sociedad enferma,
mi emblema será el sonido
que la lluvia hoy alimenta.
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