Sin futuro

Las chimeneas intentan alcanzar el cielo,
se erigen arrogantes esparciendo CO2,
en sus entrañas inmensas, se esconden miles de infiernos,
altos hornos de tormentas, torpedos, cerilla y carbón.
Un castillete de mina comido por la maleza
entre árboles se oxida en un recóndito lugar,
las nubes grises vomitan imágenes de tristeza
la lluvia nos fagocita y todo vuelve a empezar.
Soy una leyenda urbana, como dijo el presidente,
no existo para una gente que viaja en coche oficial,
me han robado mi mañana y me llaman delincuente,
pues todo lo que me gusta para ellos es ilegal.
Si salimos a la calle somos alborotadores
y nos lanzan a sus perros "por el bien del ciudadano",
se acercan las elecciones, prometen tiempos mejores,
promesas que son mentira, perpetuando el Gran Hermano.
La fiesta de la democracia es una farsa de colores,
donde lo que manda es el interés de una camarilla
de banqueros, constructores, lameculos, vividores,
apesebraos permanentes y currantes de boquilla.
Los medios criminalizando, siguiendo las pautas marcadas,
señalando con desprecio a quien se está manifestando,
nos llaman antisistema, inadaptados, perroflautas,
la juventud sin futuro, sin miedo seguirá luchando.