Me cubro de indiferencia
y pongo la mano en el fuego,
equilibro las carencias
achico el desasosiego.
Anhelo actuar con violencia
contra la injusticia perenne,
asumo las consecuencias,
no espero salir indemne.
Me destruyo y siento alivio
cuando me puede el cansancio,
veo un mar en algo nimio,
me atrae pero me distancio.
Observo la decadencia
y el devenir de los días
absorto ante una presencia
en una habitación vacía.
Me sobran más intenciones
que las de poder respirar,
me da igual lo que ambiciones
si te cuesta empatizar...
Y no entiendes que yo existo
pero a veces ya ni soy,
a duras penas resisto,
pero insisto y vivo el hoy.